“Apareció en el cielo una gran señal: Una mujer vestida de sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”. Apocalipsis 12:1.
Este Gran Signo en el cielo, la Mujer adornada con el Sol, que tiene a los demonios paralizados con temor, este Gran Signo que ilumina los cielos, aterrorizando a la Oscuridad no es otro más que Mi Madre. En contraste con la oscuridad, Yo elevé a esta Santísima Virgen para que fuera para todos ustedes un Pilar de fuego ardiente de noche y para guiar su paso, y de día, un Sol para que iluminara su terrible oscuridad.